5 problemas habituales en las aulas HyFlex y cómo solucionarlos

La revolución de las comunicaciones llegada de la mano de las videoconferencias ha supuesto un gran salto hacia uno de los futuros de ciencia ficción “buenos”, un brillante porvenir en el que podremos crear conexiones auténticas por todo el mundo. Sin embargo, antes de llegar a ese punto, será necesario mejorar el acceso a una educación de calidad, para facilitar las cosas a la siguiente generación. A fin de lograrlo, resulta imprescindible utilizar los modelos HyFlex y el aprendizaje a distancia de forma eficaz en las aulas. Lamentablemente, la mayoría de los centros educativos siguen empleando instalaciones y distribuciones concebidas para una enseñanza 100 % presencial o utilizando soluciones parciales, ya que no se pretendía que fueran permanentes. Con un equipo de videoconferencias de bajo rendimiento y de andar por casa, así como poca o ninguna formación sobre cómo integrarlo en la programación didáctica, demasiados docentes se las ven y se las desean al tratar de atender tanto las necesidades de los alumnos presentes como las de los alumnos remotos.

Pero no hay qué temer: en Stem creemos que ningún responsable de TI ni ningún docente deben quedarse al margen de esta revolución. Hemos elaborado una lista que recoge los principales obstáculos a los que se enfrentan los responsables de TI de los centros educativos al crear aulas híbridas o HyFlex así como sus correspondientes soluciones.

Problema n.º 1: Las aulas no están preparadas para los entornos híbridos

En teoría, muchísimos centros educativos han adoptado las videoconferencias como parte del plan de estudios, pero en la práctica, en la mayoría de las aulas y salas de reuniones se mantiene una distribución solo apta para asistentes presenciales. Los docentes tienen que hacer malabares con ocho aplicaciones a la vez usando solo uno o dos monitores, las cámaras y las pantallas están mal situadas, y el audio se limita a la voz del profesor.

No es solo culpa de los centros: en la pandemia de 2020 las cosas se sucedieron mucho más rápido de lo que se esperaba, lo que llevó a crear estas soluciones de andar por casa, para mantener el sistema a flote de forma temporal. Las instalaciones de audio han sido las grandes perjudicadas en este proceso, y ahora que los alumnos regresan a unas aulas con el modelo híbrido, estos sistemas necesitan desesperadamente una renovación.

La solución

Los centros educativos tendrán que experimentar con otras distribuciones de aula y herramientas que permitan integrar la tecnología en el plan de estudios. Es probable que los docentes necesiten tener acceso a más monitores, o a varios ordenadores, para tener a mano todas las aplicaciones y apuntes que van a utilizar ese día.

Un ecosistema de audio ofrece al profesorado una solución completa a los problemas de comunicación que presentan las configuraciones actuales. Con el hardware, los alumnos pueden comunicarse con el profesor y con el resto de los estudiantes y, por otro lado, las plataformas de software ofrecen a los docentes mucha flexibilidad con opciones de cobertura y función de silenciar.

Problema n.º 2: Atención del alumnado

Ya cuesta mantener la atención de niños hiperactivos, adolescentes hormonales y jóvenes adultos distantes en el mejor de los casos, y, si a ello le sumamos las distracciones que tienen en casa, puede ser casi imposible. Captar la atención de los estudiantes remotos es uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan los docentes hoy en día —un estudio de la Universidad de Texas, en San Antonio, reveló que el 65 % de los profesores creen que sus alumnos prestan menos atención, y el 59 % afirmaron que sus alumnos entregan las tareas con menos frecuencia.

La falta de atención se da por una combinación de distracciones en casa (¿a alguien le suena el Fortnite?) y falta de conexión social con los amigos, los profesores y el compromiso que conllevan esas relaciones. Los docentes acostumbrados a utilizar actividades de clase para generar familiaridad con el material no suelen disponer de las herramientas para obtener los mismos resultados con los alumnos remotos.

La solución

Una forma innovadora de mantener la atención del alumnado es incorporar elementos lúdicos al aula. Las barras de progreso, los puntos de experiencia y las recompensas por lograr ciertos objetivos mantienen a los estudiantes centrados en sus objetivos, incluso cuando están rodeados por todas las distracciones de su hogar. Hasta es posible incorporar algunos aspectos competitivos, entregando insignias y premios a quienes sobresalgan.

Además de convertir el aprendizaje en un juego, los profesores pueden emplear nuevas herramientas para imitar la sensación de estar en una clase presencial. Con programas y calendarios de proyecto detallados, dispositivos que requieran una conexión VPN para bloquear posibles distracciones y frecuentes proyectos y debates en equipo, se pueden lograr verdaderas maravillas a la hora de captar la atención de los estudiantes remotos.

La clave de este último punto es una solución de audio eficaz que les permita a los alumnos remotos comunicarse con el resto de sus compañeros. La mayoría de las instalaciones de audio de las aulas están concebidas para proyectar solamente la voz del profesor, lo que supone una brecha en la comunicación entre las personas que están en el aula y las que están en casa, ya que estas últimas no oyen todo lo que se dice. Al utilizar un ecosistema de audio formado por micrófonos y altavoces en red, los estudiantes remotos podrán participar fácilmente en los debates de grupo y en las actividades en equipo.

Problema n.º 3: Colaboración

Las videoconferencias son una de las herramientas de colaboración más potentes que existen, ya que gracias a ellas se pueden conectar personas de cualquier parte del mundo y disfrutar de las ventajas de la comunicación cara a cara desde la comodidad de su salón. A pesar de ello, los estudiantes se sienten menos conectados que nunca entre ellos.

Organizar proyectos en grupo que incluyan a los alumnos remotos o pedir a los alumnos que hablen por videoconferencia entre ellos para hacer los deberes fracasa con frecuencia y genera mucha confusión. Dado que enseñar a colaborar y a trabajar en equipo es uno de los objetivos primordiales de los centros educativos de todo el mundo, se trata de un problema considerable.

La solución

De nuevo, la clave de la victoria es el uso de herramientas adecuadas. Un paquete de software estándar que los estudiantes puedan usar para organizarse, comunicarse y entregar las tareas les aporta recursos comunes para trabajar juntos de forma eficaz.

Sin embargo, el software es solo una pieza del puzle. Proporcionar a los estudiantes el hardware necesario, incluidas cámaras, pantallas, altavoces y micrófonos de diadema les permitirá aprovechar al máximo las ventajas que ofrecen las videoconferencias. Al fin y al cabo, si no se ven ni se escuchan, las videoconferencias no son más que un elemento de frustración.

Problema n.º 4: Mantener la conexión con el profesorado

A fin de conectar mejor con los estudiantes, los profesores establecen una interacción comunicativa constante. De este modo, si observan que muchos alumnos preguntan lo mismo o da la sensación de que no lo están entendiendo, pueden ajustar la lección para asegurarse de que comprenden los contenidos impartidos. El hecho de tener que incluir a estudiantes remotos supone serios problemas para los profesores con poca preparación técnica, que tendrán que interrumpir la clase a cada rato para leer las preguntas que les escriban, o puede que ni se enteren y pasen a otra cosa.

Muchos de estos estudiantes remotos nunca tienen la oportunidad de hablar con sus instructores en persona, por lo que esas breves interrupciones son toda la conexión que van a tener con ellos. Esto conduce a una ruptura en la interacción comunicativa y a que muchos alumnos estén siendo dejados de lado, cuando deberían recibir la misma atención.

La solución

Lo mejor para recrear la conexión presencial con los alumnos es estar más disponible para atenderlos fuera del horario habitual de clase. Implementar o ampliar horas de tutorías, sesiones en grupo para estudiantes con dificultades y una línea directa mediante apps de mensajería como Slack o Microsoft Teams mejora el acceso que los alumnos tienen al profesor y contribuye a recuperar la interacción comunicativa necesaria para una clase eficaz.

Los profesores tienen una gran carga de trabajo, por lo que no siempre estarán disponibles. Los centros educativos pueden colaborar con los profesores para ofrecer recursos fuera del horario de clase para ayudar a los alumnos con más dificultades, mediante formación, tutorías y oportunidades de aprendizaje en grupo.

Problema n.º 5: Poca preparación técnica de alumnos y docentes

Ahora que más de la mitad de los estudiantes eligen opciones de cursos online, y que siempre existe la posibilidad de que los centros escolares tengan que volver a la enseñanza totalmente remota, podemos decir sin miedo a equivocarnos que las videoconferencias y otras formas de comunicación online se han convertido en herramientas fundamentales en el ámbito educativo. A pesar de ello, muchos estudiantes y aún más profesores no saben cómo se utiliza. El mismo estudio de la Universidad de Texas reveló que, en algunos distritos escolares, solo el 5 % de los profesores tenían un mínimo de experiencia en la enseñanza online o híbrida. Algunos se adaptaron muy bien y le cogieron el tranquillo, pero la mayoría fracasaron estrepitosamente.

Esta falta de capacidades técnicas básicas da lugar a más interrupciones y retrasos causados por la confusión de profesores y estudiantes que se hacen un lío al intentar seguir una clase online o híbrida. También genera un MONTÓN de llamadas para pedir ayuda a los departamentos de informática, muchas de las cuales se repiten varias veces a la semana e incluso al día.

La solución

Tanto los profesores como los estudiantes necesitan formación para ponerse al día y estar sintonizados. Una vez que los distritos escolares hayan adoptado paquetes de software estandarizado para todo el mundo, deben organizarse sesiones de formación para que los profesores se adapten a un aula más tecnológica y conozcan a fondo las herramientas que van a utilizar.

Los estudiantes tendrían que familiarizarse con el software y el hardware y aprender a utilizarlo como parte de su orientación, ya que no se van a librar de él en un futuro cercano. A fin de preservar la cordura del departamento de informática, también habría que añadir pruebas de diagnóstico básicas, para que los profesores y los estudiantes no se rindan cuando tropiecen con problemas técnicos fáciles de resolver.

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